
Un soldado en Bielorusia encontró a una pequeña ardilla moribunda, el soldado la cuidó y alimentó por días, desde entonces son inseparables, incluso cuando el muchacho dejó el ejercito y ahora trabaja como taxista su inseparable compañera va con el en su bolsillo y cuando no hay pasajeros, toma una siesta en una confortable cama.

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