Un pescador de Costa Rica llamado Gilberto Shedden, encontró a un cocodrilo moribundo y lo salvó. Enseñó al reptil a realizar algunos trucos: como cerrar un ojo, darle la mano y darse la vuelta. Sorprendentemente, el caimán de 450 libras obedecia al pescador. La amistad duró 20 años y terminó inesperadamente ... con la muerte del cocodrilo!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario